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Enfermedad renal crónica

27 de febrero, 2015
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¿Qué es la enfermedad renal crónica?

Tener enfermedad renal crónica significa que, por algún tiempo, los riñones no han estado funcionando del modo en que deberían hacerlo. Los riñones tienen la importante tarea de filtrar la sangre. Extraen los productos de desecho y el líquido adicional y los eliminan del cuerpo en forma de orina. Cuando los riñones no funcionan correctamente, los desechos se acumulan en la sangre y le hacen sentir mal.

Podría parecer que la enfermedad renal crónica se desarrolló en forma repentina. Pero ha estado sucediendo poco a poco por muchos años, como resultado del daño en los riñones.

Cada uno de los riñones tiene alrededor de un millón de filtros diminutos que se llaman nefronas. Si las nefronas están dañadas, dejan de funcionar. Por un tiempo, las nefronas sanas pueden asumir el trabajo adicional. Pero si el daño continúa, cada vez más nefronas dejan de funcionar. Después de un punto determinado, las nefronas que quedan no pueden filtrar la sangre lo suficientemente bien como para mantenerlo sano a usted.

Una forma de medir lo bien que están funcionando los riñones es determinar la tasa de filtración glomerular (GFR, por sus siglas en inglés). La GFR suele calcularse utilizando los resultados de su análisis de creatinina en sangre. Luego, la etapa de la enfermedad renal se determina mediante la GFR. Existen cinco etapas de enfermedad renal, desde daño renal con GFR normal hasta insuficiencia renal.

Existen medidas que usted puede tomar para retrasar o detener el daño en los riñones. Tomar medicamentos y realizar algunos cambios en el estilo de vida pueden ayudarle a manejar la enfermedad y a sentirse mejor.

La enfermedad renal crónica también se llama insuficiencia renal crónica o insuficiencia crónica de los riñones.

¿Cuál es la causa de la enfermedad renal crónica?

La causa de la enfermedad renal crónica es el daño en los riñones. Las causas más comunes de este daño son:

  • Presión arterial alta no controlada durante muchos años.
  • Nivel alto de azúcar en la sangre durante muchos años. Esto ocurre en el caso de diabetes no controlada tipo 1 o tipo 2.

Otros factores que pueden provocar la enfermedad renal crónica incluyen:

  • Enfermedades e infecciones de los riñones, como enfermedad renal poliquística, pielonefritis y glomerulonefritis, o un problema renal con el cual usted haya nacido.
  • Una arteria renal estrechada u obstruida. Una arteria renal transporta sangre a los riñones.
  • Uso de medicamentos a largo plazo que pueden provocar un daño en los riñones. Entre los ejemplos se incluyen medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como celecoxib e ibuprofeno.

¿Cuáles son los síntomas?

Es posible que usted comience a tener síntomas tan solo algunos meses después de que empiece la insuficiencia en los riñones. Pero la mayoría de las personas no tienen síntomas al principio. De hecho, muchas personas no tienen síntomas por hasta 30 años o más. Esto se llama etapa “silenciosa” de la enfermedad.

Se denomina funcionamiento renal a cómo funcionan los riñones. A medida que empeora el funcionamiento renal, es posible que usted:

  • Orine menos de lo normal.
  • Tenga hinchazón y aumento de peso debido a la acumulación de líquido en los tejidos. Esto se llama edema.
  • Se sienta muy cansado o somnoliento.
  • No sienta hambre o es posible que baje de peso sin intentar hacerlo.
  • A menudo sienta revoltura estomacal (náuseas) o tenga vómito.
  • Tenga problemas para dormir.
  • Tenga dolores de cabeza o problemas para pensar con claridad.

¿Cómo se diagnostica la enfermedad renal crónica?

Su médico le hará análisis de sangre y de orina para ayudar a determinar lo bien que están funcionando sus riñones. Estos análisis pueden mostrar señales de enfermedad renal y de anemia. (Usted puede llegar a tener anemia por tener riñones dañados). Es posible que se le hagan otras pruebas para ayudar a descartar otros problemas que podrían ser la causa de sus síntomas.

Su médico le hará análisis que miden la cantidad de urea (BUN, por sus siglas en inglés) y creatinina en la sangre. Estas pruebas pueden ayudar a medir lo bien que sus riñones filtran la sangre. A medida que empeora el funcionamiento renal, aumenta la cantidad de nitrógeno (lo cual se indica en la prueba de BUN) y creatinina en la sangre. El nivel de creatinina en la sangre se utiliza para determinar la tasa de filtración glomerular (GFR). La GFR se usa para determinar el funcionamiento renal que le queda. La GFR también se usa para determinar la etapa de la enfermedad renal y para orientar las decisiones con respecto al tratamiento.

Su médico le hará preguntas acerca de cualquier problema renal que haya tenido en el pasado. También le preguntará si tiene antecedentes familiares de enfermedad renal o no y qué medicamentos toma, tanto medicamentos recetados como de venta libre.

Es posible que se le realice una prueba que permita que el médico observe una imagen de los riñones, como una ecografía o una tomografía computarizada (CT, por sus siglas en inglés). Estas pruebas pueden ayudar al médico a medir el tamaño de los riñones, a calcular el flujo de sangre hacia los riñones y a ver si el flujo de orina está obstruido. En algunos casos, es posible que el médico tome una muestra diminuta de tejido renal (biopsia) como ayuda para determinar cuál es la causa de la enfermedad renal.

¿Cómo se trata?

Por lo general, la causa de la enfermedad renal crónica es otra afección. Por lo tanto, el primer paso es tratar la enfermedad que está causando el daño en los riñones.

La diabetes y la presión arterial alta causan la mayoría de los casos de enfermedad renal crónica. Si usted mantiene la presión arterial y el nivel de azúcar en la sangre dentro de los límites ideales, es posible que pueda retrasar el daño en los riñones o detenerlo. Bajar de peso y hacer más ejercicio pueden resultar útiles. Es posible que usted también necesite tomar medicamentos.

La enfermedad renal es un problema complejo. Es probable que usted necesite tomar una serie de medicamentos y realizarse muchas pruebas. Para mantenerse lo más saludable posible, colabore estrechamente con su médico. Acuda a todas sus citas. Y tome sus medicamentos exactamente en la forma en que su médico le indique.

Los cambios en el estilo de vida son una parte importante del tratamiento. Seguir estos pasos puede ayudarle a retrasar la enfermedad renal y reducir los síntomas. Estos pasos también podrían ayudarle con la presión arterial alta, la diabetes y otros problemas que empeoran la enfermedad de los riñones.

  • Siga una dieta que proteja los riñones. Un dietista puede ayudarle a elaborar un plan de alimentación con cantidades adecuadas de sal (sodio) y proteínas. También es posible que usted necesite prestar atención a la cantidad de líquido que bebe cada día.
  • Haga que el ejercicio sea una parte habitual de su vida. Colabore con su médico para diseñar un programa de ejercicios adecuado para usted.
  • No fume ni use tabaco.
  • No beba alcohol.

Siempre hable con su médico antes de tomar cualquier medicamento nuevo, incluidos los remedios de venta libre, los medicamentos recetados, las vitaminas o las hierbas. Algunos de estos pueden hacer daño en sus riñones.

¿Qué sucede si la enfermedad renal empeora?

Cuando el funcionamiento renal disminuye por debajo de un punto determinado, esto se llama insuficiencia renal. La insuficiencia renal afecta a todo el cuerpo. Puede causar problemas graves en el corazón, los huesos y el cerebro, y hacerle sentir muy enfermo. La insuficiencia renal no tratada puede ser mortal.

Si tiene insuficiencia renal, probablemente tenga dos opciones: comenzar a hacerse diálisis o recibir un nuevo riñón (trasplante). Ambos tratamientos tienen riesgos y beneficios. Hable con su médico para decidir cuál sería mejor para usted.

  • La diálisis es un proceso que filtra la sangre cuando los riñones ya no pueden hacerlo. No es una cura, pero puede ayudarle a sentirse mejor y a vivir más tiempo.
  • El trasplante de riñón podría ser la mejor opción si, más allá de esta afección, usted está sano. Con un nuevo riñón, se sentirá mucho mejor y podrá llevar una vida más normal. Pero es posible que tenga que esperar para recibir un riñón que sea compatible con su sangre y con su tipo de tejido. Y usted tendrá que tomar medicamentos por el resto de su vida para evitar que su cuerpo rechace el nuevo riñón.

Tomar decisiones de tratamiento cuando se encuentra muy enfermo es difícil. Es normal preocuparse y tener miedo. Hable sobre sus inquietudes con sus seres queridos y con su médico. Podría resultarle útil visitar un centro de diálisis o un centro de trasplantes y hablar con otras personas que hayan tomado estas decisiones.

 

Revisado: 18 abril, 2014

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