Apoyo para el cuidador, No está solo
¿Es usted una madre que trabaja y que a la vez cuida de un padre o una madre de edad avanzada? ¿Es un esposo que cuida de un cónyuge que sufre de una enfermedad? ¿Ayuda a los vecinos con sus tareas frecuentemente?
Cuando cuida de otros, está tomando de su tiempo para proveer apoyo social, financiero, emocional y físico a alguien que necesita ayuda. Y aunque dar ayuda puede hacerle sentir bien, también puede resultar difícil.
Cuidar de los demás no siempre es fácil
Dedicarse a cuidar de alguien tiene sus altas y bajas. Puede que a veces usted se sienta feliz de poder ayudar. Si se trata de su papá o su mamá, tiene la satisfacción de saber que de alguna manera, les está devolviendo el cariño y el cuidado que una vez le brindaron a usted.
Pero la tensión que provoca cuidar de otros puede cambiar la manera en que se siente hacia esa persona. En ocasiones, puede que usted:
- se preocupe por el cuidado que provee, y dude de su calidad
- sienta resentimiento hacia la persona que cuida
- se sienta culpable de no hacer lo suficiente
- tenga un sentido de pérdida al ver los cambios en la persona que ama
Sus sentimientos hacia su familia y amigos también pueden cambiar. Podría sentirse:
- que carga con una gran responsabilidad, y que está solo
- molesto de no tener más tiempo para sí mismo, o para su familia
- frustrado porque tenía otros planes para esta etapa de su vida
- con ganas de desquitarse verbal o físicamente
- confundido y sin saber dónde encontrar ayuda
- temeroso de no poder cuidar a su familiar por mucho más tiempo
- preocupado por el costo de cuidar a alguien enfermo
Como prevenir el agotamiento
Cuidar de otros nunca es fácil, pero es importante que sepa que no está solo. Hay muchas personas que le pueden ayudar, como su familia, profesionales de la salud, y trabajadores comunitarios.
Al cuidar de sí mismo, está ayudando a la persona que depende de usted.
Obtenga consejos prácticos basados en las experiencias de otros en su situación.